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EL SUBCONSCIENTE ESTÁ LLENO DE ALGAS 

“El primer verano de mi vida, con solo tres meses de edad, lo pasé junto al mar y puede que mi cerebro hubiera absorbido de forma inconsciente el resplandor ofuscante del sol en la arena, la brisa de sal que expandía el olor a algas y a calafate de las barcas de pesca varadas, el sonido rítmico del oleaje (...)”. 

 

—Manuel Vicent .

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UN DRAMA NATURALISTA BAJO LA LUZ DEL MEDITERRÁNEO 

“Del mismo modo que debajo de la felicidad anida la tragedia, en el fondo de una luz blanca deslumbrante hay una luz negra que te ciega y te obliga a entornar los párpados. Esta dialéctica estética entre contrarios me ha acompañado siempre y llegado el caso me ha servido para penetrar en el significado profundo que contiene esa lucha contra el mar que establece la pintura luminosa de Sorolla.” 

 

—Manuel Vicent 

VERANEANTES BURGUESES
EN EL CABANYAL 

“A inicios del siglo XX los poblados marítimos estaban unidos a las colonias veraniegas que los burgueses de Valencia habían establecido en la playa y en ellas los felices tenderos de la ciudad y los pescadores de pasiones elementales convivían durante unos meses al año. Unos habitaban casas de estilo colonial y otros sobrevivían en miserables barracones; unos llevaban pamelas o sombreros de Panamá y vestían telas blancas de dril, otros iban descalzos y escondían una navaja en la faja”. 

 

—Manuel Vicent .

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EN EL MAR DE XÀBIA 

“Cuando empecé a sentir y a navegar este mar de Denia y de Xàbia nunca dejé de imaginar que estas aguas pertenecían a Sorolla embriagado por esta luz de moscatel, como a mí me sucedió”. 

 

—Manuel Vicent 

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